Ranchito Records es un colectivo más dentro de la gran familia del Nodo de Producción de Carabanchel. Cacharreamos con música electrónica y todo lo que ésta genera: fiestas, sesiones, charlas, talleres.

Nos encanta el techno for change the world y
creemos que ni gente sin house ni house sin gente.

Apostamos por la música y la fiesta como herramienta política y reivindicamos su magia como arma colectiva. Imaginar mundos nuevos y conquistar derechos desde abajo y a golpe de beat.

Manifiesto

La fiesta, la música cuando se consume colectivamente, ha sido normalmente entendida como una “válvula de escape”. Un breve ritual en el que se suspenden las condiciones que rigen cotidianamente nuestras vidas, sólo para que cuando terminen esas mismas normas se acepten de forma reforzada. La fiesta y el exceso como máquina de producir conformidad. Pero esto es sólo uno de los sentidos posibles de la fiesta.

Hay otra concepción de la música, mucho más antigua y presente en aquellos lugares donde el sonido, el ritmo y el baile son formas de comunicación de primer orden. La música y la fiesta como lugar donde no se escapa de la realidad sino que se comprende desde otro lugar. Desde un lugar disidente donde el final de la fiesta no significa la vuelta al orden anterior sino su transformación. Donde fiesta, música, baile, liberación y política forman un continuo.

Desde el baile de invocación de las brujas de la cueva de Zugarramurdi hasta el parking del Spook, desde las danzas medievales de la muerte, que igualaban al siervo con el señor, hasta la danza espasmódica de las sacedortisas vudú, desde el parpadeo epiléptico de las luces estroboscópicas de un sudoroso garito de gays negros en Chicago hasta la toma de posiciones de la autonomía juvenil berlinesa en la “no mans land” del Este de Berlín a golpe de techno. Desde Detroit a Carabanchel, pasando por las naves industriales abandonadas del norte de Inglaterra, late una misma sincopación emancipadora que no se conforma con válvulas de escape y que pide todo, empezando por la autogestión de las condiciones en que bailamos, hablamos y conspiramos.

De la Zona Temporalmente Autónoma al Ranchito Permanentemente Liberado.

Qué hacemos

Baila